Entonces el Señor Dios dijo: “No es bueno que el hombre viva solo. Seré un compañero adecuado para ayudarlo “. ... Por eso un hombre deja a su padre y a su madre y se une a su esposa, y se vuelven uno.
— Génesis 2:18, 24
La alianza matrimonial ... está ordenada por su naturaleza al bien de los esposos y la procreación y educación de la prole; este pacto entre bautizados ha sido elevado por Cristo el Señor a la dignidad de un sacramento.
— Catecismo de la Iglesia Católica 1601

El Matrimonio es el sacramento por el cual un hombre y una mujer bautizados establecen libremente entre ellos una unión - sociedad - de toda la vida. Esta alianza de amor está ordenada por su naturaleza al bien de los esposos y la procreación y educación de la prole; esta alianza entre bautizados ha sido elevada por Cristo Señor a la dignidad de un sacramento (CIC, 1601). Este pacto se hace entre un hombre y una mujer delante de Dios y dura toda la vida. El amor entre parejas casadas es como nuestro Señor ama a Su Iglesia. El objetivo final de una pareja casada es llevar a su cónyuge e hijos al cielo.

Las parejas casadas viven su sacramento por la forma en que se cuidan el uno al otro, se aman y se entusiasman como marido y mujer. En su amor diario el uno por el otro, sus hijos y la comunidad en general, se convierten en un signo vivo (un sacramento) de todo lo que Jesús nos ama y desea abrazarnos como sus hermanos y hermanas. A medida que se abren camino a través de las crisis y luchas matrimoniales y familiares, son testigos del poder del Espíritu Santo obrando en todas nuestras vidas.

Para vivir este matrimonio cristiano ideal, las parejas deben tener la capacidad de dar y recibir amor y de mantener una relación íntima. También deben tener una relación personal con Jesucristo y Su Cuerpo, la Iglesia.

Las parejas deben comunicarse con la parroquia tan pronto como decidan casarse y antes de que se hagan otros arreglos. Para obtener más información, comuníquese con la Rectoría al (973) 623-0822.